miércoles, 19 de diciembre de 2007

El Argentinazo (la explosión)

El Argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001 fue un hecho nacional. Se inició con saqueos en varias provincias y en el Gran Buenos Aires. En la noche del 19, la Capital Federal fue el centro de una gigantesca movilización en rechazo de la declaración del Estado de Sitio; y también hubo mivilizaciones en varias capitales de provincia. Iniciada la represión, los combates del 20 tuvieron tres "teatros de operaciones": el centro de la Capital Federal, las barriadas del Gran Buenos Aires y las capitales de provincia.

Entre las clases dominantes crecía la disputa. Mientras algunos impulsaban los saqueos para un golpe, De la Rúa buscaba un "acuerdo nacional" en el que en principio acordaron Menem, Duhalde y Ruckauf. El 19, De la Rúa decretó el Estado de Sitio, para reprimir a sangre y fuego la imparable oleada de combates. Ése fue su fin.

La noche del 10, la enorme movilización y cacerolazos de repudio en la Capital Federal, con un gran protagonismo de las capas medias de larga tradición democrática, se llevó puesto al ministro de Economía, Cavallo. De la Rúa pensó que aceptándole la renuncia controlaría la situación. Pero se equivocó. El 20 de diciembre, la consigna que todos el pueblo cantaba era que se vayan... que se vayan todos.

El baño de sangre desatado por De la Rúa el mismo 19, costó la vida de 34 personas en distintos lugares del país y decenas de heridos y detenidos en el Gran Buenos Aires y en varias provincias.

Desatada la represión, cientos de jóvenes trabajadores, desocupados y estudiantes, venidos desde los barrios del a Capital y algunos desde el Gran Buenos Aires, resistieron la saña asesina del gobierno y ganaron las calles, iniciando un combate que se prolongaría todo el día siguiente.

En el Gran Buenos Aires, el gobernador Ruckauf desplegó a la policía bonaerense para desarmar las barriadas combativas reprimiendo con balas de plomo, deteniendo a quienes protestaban y desplegando una campaña desde los servicios de Inteligencia de supuestos "enfrentamientos" de pobres contra pobres.

El tercer escenario del combate fueron las provincias. En algunos casos desde la noche del 19, en otros desde la mañana del 20. Saqueos y represión por un lado, y por el otro, marchas y ocupaciones de barrios de las fuerzas combativas organizadas.

La tarde del 20 de diciembre de 2001, Fernando De la Rúa tuvo que renunciar, escapando de la Casa Rosada en un helicóptero.